lunes, 14 de noviembre de 2011

HABILITACIONES DE 4 PERIODO LENGUA CASTELLANA

GRADO SEXTO

DOCUMENTO DE LECTURA OBLIGATORIA PARA LA PRESENTACIÓN DEL EXAMEN DE HABILITACIÓN PARA LOS ESTUDIANTES DE SEXTO GRADO LENGUAJE

NOTA IMPORTANTE: El siguiente texto debes leerlo, analizarlo, extraer de él todos los pensamientos contenidos para que cuando estés respondiendo el examen sepas acerca de qué te están preguntando. Es también importante que dediques una hora, sólo UNA HORA diaria a practicar lectura, entonación y el buen manejo de los signos de puntuación, recuerda que una de tus mayores falencias es ésta, la lectura en voz alta.

HE TOCADO FONDO. USO EXPRESIONES QUE JURÉ NUNCA PRONUNCIAR. CUANDO LA GENTE ME PREGUNTA CÓMO ESTOY, RESPONDO CON PALABRAS TAN LAMENTABLES COMO RIDÍCULAS: "BIEN, PARA NO PREOCUPARLO" (¡PFFF!). TAMBIÉN HE ACUDIDO A FRASES DE MÁRTIR: "PUES... AHÍ, EN LA LUCHA".

Yo sé... qué convencido... qué iluso... William Wallace tenía derecho a decir que estaba en la lucha, o Napoleón, o las mujeres que combaten en bikini en el lodo... ¡Eso sí que es una lucha! Yo lo que soy es un pobre asalariado aburrido de lo que hace y que contra lo único que pelea es el sueño en las madrugadas.

Basta escucharme para deducir que estoy cansado de mi trabajo. Es esa sensación la que me ha llevado a emplear una frase de tradición milenaria que utilizó Jesús por primera vez mientras colgaba de la cruz, justo antes de morir -según dicen las sagradas escrituras-: "Dios mío... siento que ya cumplí un ciclo". Curiosamente, es lo mismo que dice la lavadora cuando termina el centrifugado.

Me he tomado el atrevimiento de pronunciar esas palabras con solemnidad, sorpresa y consternación, también con resignación, como quien acaba de descubrir que quiere terminar con su novia porque la rutina ha matado la pasión de su relación.

¿Qué significa que uno cumplió un ciclo? Muy sencillo: que el trabajo aburre, que la jornada laboral es insoportable, que saben a 'popito' las tareas de oficina, que todos los compañeros son unos bobos mediocres que no dan la talla o -al contrario- que son unos genios que han ascendido a diferencia de uno; también significa que el jefe es un bobo que no inspira, o un tirano que provoca derrocar, o un genio que nos castiga con el látigo de la indiferencia (¡juachaz!).

Mi trabajo se ha vuelto mecánico. Una vez al mes trasnocho para entregar el mismo informe de siempre. En el día a día, cumplo con mis labores y me queda tiempo suficiente para ver videos curiosos en Internet (el de doña Gloria, la de Metrocable, o el de la señorita Guainía, ¡otra vez!). También se me va la tarde chismoseando fotos de mis amigos en Facebook, 'morboseando' modelos de 'Soho' y leyendo de principio a fin las cadenas que mandan a mi correo: "Envía este mail a 20 contactos... y al menos tres de ellos te putearán por mandarles spam".
Todo en la oficina me causa fastidio, siento que el tinto me lo sirven muy caliente..., hum..., ahora está muy frío... Dios, ¿por qué me has abandonado?... ¿Dios?... ¿Me escuchas, Dios? ¿Alóoo?



GRADO SEPTIMO

DOCUMENTO DE LECTURA OBLIGATORIA PARA LA PRESENTACIÓN DEL EXAMEN DE HABILITACIÓN PARA LOS ESTUDIANTES DE SEXTO GRADO LENGUAJE

NOTA IMPORTANTE: El siguiente texto debes leerlo, analizarlo, extraer de él todos los pensamientos contenidos para que cuando estés respondiendo el examen sepas acerca de qué te están preguntando. Es también importante que dediques una hora, sólo UNA HORA diaria a practicar lectura, entonación y el buen manejo de los signos de puntuación, recuerda que una de tus mayores falencias es ésta, la lectura en voz alta.

HE TOCADO FONDO. USO EXPRESIONES QUE JURÉ NUNCA PRONUNCIAR. CUANDO LA GENTE ME PREGUNTA CÓMO ESTOY, RESPONDO CON PALABRAS TAN LAMENTABLES COMO RIDÍCULAS: "BIEN, PARA NO PREOCUPARLO" (¡PFFF!). TAMBIÉN HE ACUDIDO A FRASES DE MÁRTIR: "PUES... AHÍ, EN LA LUCHA".

Yo sé... qué convencido... qué iluso... William Wallace tenía derecho a decir que estaba en la lucha, o Napoleón, o las mujeres que combaten en bikini en el lodo... ¡Eso sí que es una lucha! Yo lo que soy es un pobre asalariado aburrido de lo que hace y que contra lo único que pelea es el sueño en las madrugadas.

Basta escucharme para deducir que estoy cansado de mi trabajo. Es esa sensación la que me ha llevado a emplear una frase de tradición milenaria que utilizó Jesús por primera vez mientras colgaba de la cruz, justo antes de morir -según dicen las sagradas escrituras-: "Dios mío... siento que ya cumplí un ciclo". Curiosamente, es lo mismo que dice la lavadora cuando termina el centrifugado.

Me he tomado el atrevimiento de pronunciar esas palabras con solemnidad, sorpresa y consternación, también con resignación, como quien acaba de descubrir que quiere terminar con su novia porque la rutina ha matado la pasión de su relación.

¿Qué significa que uno cumplió un ciclo? Muy sencillo: que el trabajo aburre, que la jornada laboral es insoportable, que saben a 'popito' las tareas de oficina, que todos los compañeros son unos bobos mediocres que no dan la talla o -al contrario- que son unos genios que han ascendido a diferencia de uno; también significa que el jefe es un bobo que no inspira, o un tirano que provoca derrocar, o un genio que nos castiga con el látigo de la indiferencia (¡juachaz!).

Mi trabajo se ha vuelto mecánico. Una vez al mes trasnocho para entregar el mismo informe de siempre. En el día a día, cumplo con mis labores y me queda tiempo suficiente para ver videos curiosos en Internet (el de doña Gloria, la de Metrocable, o el de la señorita Guainía, ¡otra vez!). También se me va la tarde chismoseando fotos de mis amigos en Facebook, 'morboseando' modelos de 'Soho' y leyendo de principio a fin las cadenas que mandan a mi correo: "Envía este mail a 20 contactos... y al menos tres de ellos te putearán por mandarles spam".
Todo en la oficina me causa fastidio, siento que el tinto me lo sirven muy caliente..., hum..., ahora está muy frío... Dios, ¿por qué me has abandonado?... ¿Dios?... ¿Me escuchas, Dios? ¿Alóoo?


GRADO OCTAVO

DOCUMENTO DE LECTURA OBLIGATORIA PARA LA PRESENTACIÓN DEL EXAMEN DE HABILITACIÓN PARA LOS ESTUDIANTES DE SEXTO GRADO LENGUAJE

NOTA IMPORTANTE: El siguiente texto debes leerlo, analizarlo, extraer de él todos los pensamientos contenidos para que cuando estés respondiendo el examen sepas acerca de qué te están preguntando. Es también importante que dediques una hora, sólo UNA HORA diaria a practicar lectura, entonación y el buen manejo de los signos de puntuación, recuerda que una de tus mayores falencias es ésta, la lectura en voz alta.

HE TOCADO FONDO. USO EXPRESIONES QUE JURÉ NUNCA PRONUNCIAR. CUANDO LA GENTE ME PREGUNTA CÓMO ESTOY, RESPONDO CON PALABRAS TAN LAMENTABLES COMO RIDÍCULAS: "BIEN, PARA NO PREOCUPARLO" (¡PFFF!). TAMBIÉN HE ACUDIDO A FRASES DE MÁRTIR: "PUES... AHÍ, EN LA LUCHA".

Yo sé... qué convencido... qué iluso... William Wallace tenía derecho a decir que estaba en la lucha, o Napoleón, o las mujeres que combaten en bikini en el lodo... ¡Eso sí que es una lucha! Yo lo que soy es un pobre asalariado aburrido de lo que hace y que contra lo único que pelea es el sueño en las madrugadas.

Basta escucharme para deducir que estoy cansado de mi trabajo. Es esa sensación la que me ha llevado a emplear una frase de tradición milenaria que utilizó Jesús por primera vez mientras colgaba de la cruz, justo antes de morir -según dicen las sagradas escrituras-: "Dios mío... siento que ya cumplí un ciclo". Curiosamente, es lo mismo que dice la lavadora cuando termina el centrifugado.

Me he tomado el atrevimiento de pronunciar esas palabras con solemnidad, sorpresa y consternación, también con resignación, como quien acaba de descubrir que quiere terminar con su novia porque la rutina ha matado la pasión de su relación.

¿Qué significa que uno cumplió un ciclo? Muy sencillo: que el trabajo aburre, que la jornada laboral es insoportable, que saben a 'popito' las tareas de oficina, que todos los compañeros son unos bobos mediocres que no dan la talla o -al contrario- que son unos genios que han ascendido a diferencia de uno; también significa que el jefe es un bobo que no inspira, o un tirano que provoca derrocar, o un genio que nos castiga con el látigo de la indiferencia (¡juachaz!).

Mi trabajo se ha vuelto mecánico. Una vez al mes trasnocho para entregar el mismo informe de siempre. En el día a día, cumplo con mis labores y me queda tiempo suficiente para ver videos curiosos en Internet (el de doña Gloria, la de Metrocable, o el de la señorita Guainía, ¡otra vez!). También se me va la tarde chismoseando fotos de mis amigos en Facebook, 'morboseando' modelos de 'Soho' y leyendo de principio a fin las cadenas que mandan a mi correo: "Envía este mail a 20 contactos... y al menos tres de ellos te putearán por mandarles spam".
Todo en la oficina me causa fastidio, siento que el tinto me lo sirven muy caliente..., hum..., ahora está muy frío... Dios, ¿por qué me has abandonado?... ¿Dios?... ¿Me escuchas, Dios? ¿Alóoo?